¿Cuánto Cuesta un Contador para Pymes?

En promedio, un contador para pymes puede cobrar entre $30.000 y $50.000 por encargarse de los trámites contables de una empresa (llevar el libro diario, calcular impuestos, etc.). Los precios varían dependiendo de la experiencia del contador y tu ubicación.

La contabilidad para pymes ayuda a mantener en orden los asuntos financieros de una empresa pequeña. Los contadores usan libros y software de contabilidad para registrar cada una de las transacciones financieras de una pyme de forma diaria, semanal o mensual.

También pueden usar los datos de las operaciones comerciales para crear informes financieros, analizar los costos y presentar los impuestos de la pyme de forma mensual, trimestral o anual. Ellos ofrecen sus servicios a medio tiempo o tiempo completo para cualquier tamaño o clasificación de empresas.

Al contratar a una empresa de contadores o a uno en particular, hay que asegurarse de entregar toda la documentación de forma oportuna, ya que cualquier multa como consecuencia del atraso corre por cuenta del cliente.

Es importante darle toda la información contable y las credenciales de acceso del Servicio de Impuestos Internos (SII) al contador, para que el mismo pueda realizar las gestiones tributarias en nombre de la pyme. Dichos documentos por entregar son:

• Contraseña tributaria en el SII
• Registro digitalizado de compras y ventas del mes pasado
• Ficha de identificación de los empleados
• Contratos acordados
• Documentación correspondiente a los gastos hechos por la empresa 

Tarifa por hora

Algunos contadores cobran por hora por sus servicios para pymes y otros cobran un salario correspondiente a un empleo a medio tiempo como miembro de la empresa. También pueden ofrecer entrenamiento para llevar los libros contables, utilizar distintos software de contabilidad, realizar el pago de nómina o análisis sencillos de datos. Los precios tienden a ser más económicos para los contadores con menos preparación o reputación.

Algunos profesionales cobran las siguientes tarifas por hora por estos servicios:

• Llevar los libros de contabilidad de la empresa: $16.000 por hora
• Desarrollo comercial y contable: $24.000 por hora
• Entrenamiento en cualquier aspecto de contabilidad: $40.000 por hora

Servicios

Usualmente los contadores analizan y/o realizan los libros contables de la empresa para después determinar qué impuestos hay que pagar, además de preparar y entregar todos los documentos que exija el SII.

Un contador podría calcular el costo de su trabajo de forma mensual. Aquí tienes algunos ejemplos de precios:

• Encargarse de la contabilidad para una pequeña empresa: $100.000 - $120.000 al mes
• Realizar el mismo servicio para una empresa mediana: $150.000 - $200.000 al mes
• Ejercer como director financiero de grandes empresas: $200.000 - $400.000 al mes.

Estas tarifas pueden incluir revisar todas las operaciones financieras, realizar reportes mensuales, conciliaciones bancarias, preparación de nómina y preparar declaraciones de impuestos. También podrían brindar asesoría que dependiendo del nivel de complejidad, puede aumentar la tarifa.

Cabe destacar que la asesoría de un contador para pymes consiste en evaluar el régimen tributario que usa la empresa, asegurarse de que cumplan con todas las normativas del mismo y analizar si es viable cambiar de sistema tributario (por ejemplo, pasar de Pro Pyme a No Pyme), entre otras cosas.

Por otra parte, un profesional de la contaduría calcula las remuneraciones de los contratos, es decir los costos de mantener a un empleado como el sueldo, los posibles pagos extras (si trabajó más horas) y los impuestos de la Seguridad Social.

Si se le paga a una empresa de contadores, es posible que el costo sea más alto ya que seguramente cuentan con un equipo de contadores a cargo de atender las solicitudes de los clientes.

Vale recordar que la declaración de impuestos debe estar lista antes de que termine marzo de cada año, debido a que en esa fecha comienza la Operación Renta, que como su nombre lo indica es una actividad que busca recaudar la renta.

Cómo elegir a un contador

Puede resultar abrumador escoger a un profesional de la Contaduría entre todos los que hay. En este sentido es recomendable buscar ciertas cualidades para estar seguro de recibir un buen servicio:

• Disponibilidad: Aunque es bueno que un contador atienda a muchos clientes (por lo que significa), es probable que no tenga tiempo para dedicarse a todos los que lo contratan. Por otro lado, si una empresa o persona natural se tardó mucho en contactar a un profesional y ya se acerca marzo, tal vez se le aplique un recargo que va a depender de la cantidad de papeles por procesar y la urgencia.
• Comunicación: Cualquier persona que haya leído un poco sobre los impuestos puede darse cuenta de que es un tema complejo e involucra cálculos complicados. Por esta razón, un contador debe ser capaz de explicar en términos sencillos a qué se refiere el impuesto a la renta, cómo calcular el IVA, cuales son los contribuyentes de primera y segunda categoría; por nombrar solo unos pocos temas.
• Estar al día con las leyes: Los contadores necesitan estar actualizados siempre (aunque sea anualmente). Justo el año pasado hubo una modernización legislativa que modificó los regímenes tributarios de las empresas y personas, por lo que si el profesional no está al tanto de las actualizaciones, posiblemente cometa errores o no realice su trabajo bien.
• Colegiatura: Este término se refiere a que un profesional está inscrito en el Colegio de su respectiva profesión, que en este caso sería el Colegio de Contadores de Chile. Si el contador tiene una colegiatura, significa que dicha institución respalda la formación académica del mismo.

También es válido ponerse de acuerdo con una empresa de contadores. Aunque sus servicios podrían resultar más costosos, se cuenta con el respaldo de una empresa.

Por último, es indispensable que el trabajo de la compañía o del contador siga las Normas Internacionales de Información Financiera (IFRS por sus siglas en inglés) y las leyes vigentes chilenas. Lo bueno es que la mayoría de los profesionales de la contaduría se rigen por estos estándares, ya que de no hacerlo se arriesgan a infracciones, multas, entre otras amonestaciones.