Feline Studio Tattoo

Mi formación ha sido diversa y profundamente conectada con el arte, la salud y el bienestar. Soy actor desde niño, lo que me ha dado una gran capacidad expresiva, sensibilidad estética y una conexión profunda con las personas. También soy chef y nutricionista titulado, con años de experiencia en el mundo gastronómico, lo que me enseñó a trabajar con precisión, técnica y creatividad. En el ámbito artístico, me he formado como tatuador profesional, especializándome en estilo fine line, minimalista y sketch, combinando práctica autodidacta, cursos específicos y una constante evolución creativa. He desarrollado habilidades en lectura de tarot intuitivo, donde combino lo simbólico con una mirada espiritual y empática. Me he capacitado también en manicure en gel permanente, enfocándome en diseño personalizado, higiene y detalle. Además, soy artista plástico: pinto cuadros originales sobre madera reciclada, integrando mi visión estética con materiales sustentables. Mi aprendizaje es constante, porque creo en crecer y nutrirme día a día para ofrecer siempre un trabajo auténtico, profesional y con alma.

Para asegurar la cita, trabajo con abono previo. Esto me permite reservar tu espacio y preparar todo con tiempo, sobre todo en servicios personalizados como tatuajes, uñas o cuadros. Acepto transferencia, tarjetas, efectivo y Mercado Pago. El valor total se puede pagar el mismo día del servicio, antes o después, como te quede más cómodo. Si prefieres atención a domicilio, tiene un recargo por traslado, que varía según la zona. También puedes venir a mi espacio en La Reina. Trabajo de forma clara y responsable, cuidando cada detalle para que tengas una buena experiencia desde el primer momento.

Empecé de manera muy natural, siguiendo lo que me apasiona desde siempre: el arte, el cuerpo y lo simbólico. Desde niño he estado vinculado al mundo artístico como actor, y con el tiempo esa sensibilidad se fue expandiendo a otras formas de expresión. La cocina fue una de las primeras, cocino desde los 5 años y eso me llevó a formarme como chef y nutricionista. Pero con los años sentí la necesidad de explorar lo visual y lo corporal de otra manera, y ahí apareció el tatuaje, primero como admirador y luego como creador. Empecé tatuando a personas cercanas, estudiando técnicas, perfeccionando mi estilo, y encontré en el fine line y el minimalismo con toques de sketch una forma muy propia de comunicar. Lo mismo me pasó con la lectura de tarot y las uñas: son lenguajes distintos, pero todos conectados con el detalle, la energía y el cuidado. Hoy todo lo que hago tiene un hilo común: crear experiencias únicas, donde el arte, el cuerpo y la identidad se cruzan.

He trabajado con una gran variedad de personas, y eso es justamente lo que más disfruto: cada cliente llega con una historia, una intención y una energía distinta. En el mundo del tatuaje, he trabajado con personas que buscan desde su primer tatuaje pequeño y delicado, hasta quienes quieren piezas más personales y simbólicas. Muchos llegan buscando un diseño único, algo que represente una etapa, una emoción o una idea importante. Me ha tocado trabajar con artistas, estudiantes, profesionales, madres, viajeros… y cada uno ha dejado algo en el proceso. En lectura de tarot, he acompañado a personas en momentos de cambio, de duda o simplemente de búsqueda interior. Siempre desde una mirada respetuosa, intuitiva y sin juicios. Con uñas y cuadros, también he conectado con personas que valoran los detalles, el arte y lo personalizado. Me gusta trabajar con quienes se permiten experimentar, confiar y disfrutar el proceso. Más allá del perfil, lo que busco es que haya una conexión real, cercana y respetuosa. Cada servicio que ofrezco es también un espacio de diálogo y creación compartida.

El mejor consejo que puedo dar es que busques a alguien con quien realmente conectes, más allá del estilo visual o del precio. Ya sea para un tatuaje, una lectura de tarot, unas uñas o una obra de arte, es importante que te sientas cómodo/a, escuchado/a y respetado/a. Mira su trabajo, fíjate en los detalles, en la energía que transmite, en cómo se comunica. No tengas miedo de hacer preguntas, de compartir tu idea, de pedir referencias. Elegir a alguien que trabaje con dedicación, buena vibra y responsabilidad marca la diferencia en el resultado y en la experiencia completa. Y sobre todo: elige a alguien que ame lo que hace. Cuando hay pasión, se nota.

Antes de contratar a un profesional como yo, lo más importante es que el cliente tenga clara su idea general, pero también esté abierto a un proceso creativo compartido. Trabajo de forma personalizada, así que mientras más clara sea tu intención o lo que buscas (ya sea un tatuaje, una lectura, unas uñas o un cuadro), mejor podré ayudarte a transformarlo en algo único. También es importante considerar: – El estilo: en mi caso, los tatuajes son en negro, de línea fina, con un enfoque minimalista y artístico. Si buscas algo muy distinto, tal vez no sea el estilo adecuado. – Los tiempos: todo lo que hago es personalizado, por lo que requiere preparación y dedicación. La paciencia es parte del proceso. – El valor: cada trabajo tiene un costo que incluye materiales de calidad, diseño exclusivo, tiempo y experiencia. Es importante entender que no estás pagando solo por el resultado final, sino por todo el proceso que lo hace posible. – El respeto mutuo: mi espacio (o si voy a domicilio) busca ser cómodo, cuidado y respetuoso. Espero lo mismo a cambio para que todo fluya con buena energía. Si eso está claro desde el principio, todo el proceso se vive de forma mucho más liviana, cercana y satisfactoria.