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Una carilla dental es una lámina delgada que se coloca sobre cada diente para que se vea mejor. De esta forma, el paciente puede tener una sonrisa atractiva al ocultar las manchas y cualquier otro defecto que posiblemente tenga, con el fin de que no se noten.
Ponerse una o varias carillas es útil porque mejoran el aspecto de las piezas dentales de forma rápida e indolora, aparte de que protegen la superficie del diente de alimentos que puedan dañar el esmalte, como comidas duras o alimentos que puedan oscurecer el diente (refrescos, café, etc.).
Las carillas están hechas de varios materiales, entre los que se encuentran la porcelana o cerámica y el composite:
Ponerse carillas suele aportar muchos beneficios, entre los que se encuentran:
Estas son solo algunas de las razones por las que puede ser favorable colocarse carillas. Cabe destacar que solamente un dentista puede determinar si al paciente le conviene o no someterse a este tratamiento.
No es recomendado ponerse carillas en los siguientes casos:
De igual forma, lo más seguro es que el dentista detecte con tiempo cualquier condición que podría agravarse con las carillas, de manera que el paciente pueda optar por otro tipo de tratamiento.
Por lo general no surten efecto secundarios graves, lo que podría pasar es que se sientan más sensibles los dientes que tengan carillas de porcelana, aunque es muy raro que esto pase. Siempre y cuando sigas los hábitos de higiene dental (cepillarse tres veces al día, pasarse el hilo dental, etc.), evites comer alimentos duros como pan tostado, aparte de no tomar refrescos ni fumar, las carillas de composite pueden durar entre 5-10 años y las de porcelana entre 10-15 años.
Por último, colocarse carillas cuando existen enfermedades en las encías, caries o mucho sarro entre los dientes, puede empeorar la situación. Para evitar eso, los dentistas generalmente realizan los tratamientos que sean necesarios dependiendo del paciente, como puede ser una limpieza dental, una restauración de una caries, entre otros.
Un seguro dental en Chile generalmente puede cubrir algunos servicios odontológicos básicos como las consultas, las limpiezas dentales y algunos exámenes médicos. En caso de que necesites cobertura para extracciones dentales, ciertas cirugías bucales, la colocación de implantes u brackets (frenillos) y otras urgencias dentales, es posible que necesites conseguir un seguro dental que cubra todo eso, pero lo más probable es que sea un poco más costoso.
Aunque algunas personas cuentan con un seguro de salud, no es lo mismo que un seguro dental porque no ofrecen los mismos beneficios. Por ejemplo, una empresa aseguradora de salud puede ofrecer cobertura para gastos dentales como un servicio complementario a la póliza estándar que ofrecen, mientras que un seguro dental se enfoca en una variedad de servicios dentales (la cantidad puede variar dependiendo de la empresa).
Por lo tanto, disponer de un seguro de salud puede que no sea suficiente, en caso de que surjan emergencias dentales o se requieran cirugías completas para arreglar dientes o realizar otras labores dentales.
Generalmente, existen dos formas de usar el seguro dental al momento de asistir al odontólogo, las cuales son el descuento y el reembolso:
Como cada empresa se maneja de forma diferente, es recomendable revisar bien los términos y condiciones de la empresa aseguradora, por si acaso es necesario cumplir con requisitos adicionales. Además, debes tener en cuenta que algunos centros de salud podrían exigir que el asegurado a Fonasa también esté inscrito en una Isapre para hacerle ciertos servicios dentales.
Otra diferencia es que las Isapres deben cubrir el monto acordado en la póliza contratada, mientras que Fonasa solo debe responder por el monto correspondiente al nivel en el que se encuentre el afiliado. Vale decir que Fonasa establece una clasificación de niveles según los ingresos de sus clientes.
Asimismo, ciertas Isapres podrían establecer restricciones en caso de que el afiliado tenga enfermedades preexistentes, mientras que Fonasa no limita su cobertura en esos casos.
Si no tienes un seguro y piensas contratar uno, existen algunos aspectos que debes verificar con cuidado. Lo principal es que observes bien cuál es el monto máximo de cobertura, porque se puede presentar la situación en la que el seguro cubra al 100% el tratamiento, pero con la condición de que el monto no supere cierto límite.
También hay que observar cuáles son las clínicas o los hospitales asociados a la empresa aseguradora. Es posible que solo ofrezcan atención en unas pocas clínicas o tal vez tienen varias sedes a lo largo de todo Chile donde pueden atenderte, todo va a depender del seguro y de los centros de salud asociados.
Ten en cuenta que estar sin seguro implica que ante cualquier problema dental tendrías que cubrir el 100% de los gastos, aparte de que en algunos centros de salud ofrecen atención personalizada a sus asegurados junto con ciertos servicios relacionados, los cuales podrían no estar disponibles para los que no estén asegurados, y sí lo están, es posible que sean un poco costosos.
Una endodoncia es un tratamiento dental el cual consiste en la extracción o eliminación total de la pulpa infectada o dañada, y en la limpieza y desinfección del espacio interior de un diente. Posteriormente, se realiza el sellado y relleno de ese espacio para evitar futuras infecciones.
Este un procedimiento se efectúa para salvar un diente que está gravemente dañado o infectado en el interior de su pulpa. La pulpa es la parte más interior del diente y está formada por un tejido blando que abarca los vasos sanguíneos y los nervios. Esta puede verse afectada por diversos factores como lo son las caries, una mala reconstrucción dental o mal sellado, golpes y algunas enfermedades.
Un tratamiento de endodoncia, también conocido como tratamiento de conducto, puede variar en función de las necesidades del paciente y la complejidad del caso dental y van a depender del número de conductos radiculares. Algunos tipos de tratamientos de endodoncia son:
Después de realizarte algún tratamiento de endodoncia, es importante acudir al dentista al menos dos veces al año para su mantención, es decir, que el dentista pueda revisar que no se están desarrollando caries u otras afecciones que puedan repercutir en el tratamiento realizado. Asimismo, se pueden hacer radiografías para determinar si el tratamiento fue exitoso. Cabe mencionar que el diente en el cual se efectuó la endodoncia, necesita los mismos cuidados que cualquier otro diente, es decir, una buena higiene bucal y cepillado correcto.
Las caries son áreas permanentemente deterioradas en la superficie de los dientes que se transforman en diminutos agujeros. Es una afección en la que los tejidos dentales se deterioran, formando estos agujeros en los dientes, los cuales pueden aumentar en tamaño y profundidad con el tiempo. Las caries son causadas por los ácidos producidos por bacterias y microorganismos presentes en nuestra boca, los cuales se acumulan después de comer.
Estas bacterias producen un ácido a partir de los restos de los alimentos y este ataca a los dientes ocasionando su desmineralización. Sin embargo, existen otros factores que potencian la actividad del ácido y favorecen la aparición de caries, estos son:
Las caries son una afección dental común que puede tener un impacto significativo en la salud bucal si no se manejan adecuadamente. La clave está en la prevención y la conciencia de los riesgos asociados de una alimentación alta en azúcares y carbohidratos. Al tomar medidas proactivas, es posible salvaguardar la salud bucal y mantener nuestras sonrisas brillantes y saludables a lo largo de la vida.
La periodoncia es una especialidad odontológica que se centra en la prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades que afectan de una forma u otra a las encías y los tejidos que dan soporte a los dientes. Existen dos tipos principales de enfermedades de las encías, estas son:
Los tratamientos antes mencionados, a pesar de ser muy efectivos, no te garantizan que no vuelvas a presentar enfermedades periodontales. Algunos cuidados que puedes tener para evitar enfermedades periodontales son:
Vale recalcar que la periodoncia consiste en prevenir, diagnosticar y tratar enfermedades de las encías y estructuras de soporte dental. Programar chequeos dentales regulares y seguir los consejos antes mencionados, son un punto esencial para detectar y abordar problemas periodontales tempranos y prevenir complicaciones graves en la salud bucal a largo plazo.
La limpieza dental es un procedimiento realizado por un dentista que consiste en eliminar el sarro acumulado entre los dientes y las encías. Por más rigurosa que sea la persona al momento de cepillarse los dientes, siempre va a haber uno que otro resto de comida escondido dentro de la boca.
Si bien emplear la técnica de cepillado correcta, pasarse el hilo dental y lavarse la boca con enjuague bucal contribuye a eliminar las bacterias, no se puede comparar con los beneficios que se obtienen al hacerse una limpieza dental profesional.
Asimismo, al momento de limpiar las piezas dentales, los profesionales se enfocan en la zona que está por debajo de la encía, cuando trabajan en la parte inferior de la boca, y en el espacio por encima de la encía en el momento que deben limpiar los dientes superiores. La razón es que suelen ser los lugares donde se aloja la mayor cantidad de placa bacteriana y eso puede causar caries en el futuro, lo cual es precisamente lo que se quiere evitar. Por ser un área límite entre diente y encía, es posible que haya cierto sangrado mientras el odontólogo limpie, pero generalmente es mínimo.
Para ayudarse al momento de hacer la limpieza o profilaxis dental, el odontólogo usa varias herramientas entre las que destacan la cureta, el irrigador dental y un gel antiinflamatorio:
Cabe mencionar que este servicio médico es útil para prevenir enfermedades periodontales, además de otros padecimientos como la halitosis, la periodontitis, la gingivitis y la inflamación de encías, aparte de que reduce la probabilidad de que surjan caries e infecciones en el futuro.
Se recomienda hacerse una profilaxis dental (mejor conocida como limpieza dental) cada seis meses, o incluso más seguido para las personas que no mantienen una buena higiene bucal. Además, es importante conocer bien cuál es la técnica de cepillado que se debe emplear y si existen dudas, se le puede preguntar a un dentista.
Las personas que tengan brackets o frenillos le deben prestar especial atención a su higiene bucal, puesto que los brackets impiden que los cepillos convencionales limpien completamente los dientes, aparte de que se puede alojar restos de comida entre los frenillos y las piezas dentales. Por esta razón, una persona con brackets seguramente deba hacerse un destartraje supragingival con más frecuencia que una persona sin frenillos.
Recuerda que si sufres de periodontitis, halitosis, gingivitis o cualquier otra enfermedad bucal de forma recurrente, es recomendable que consideres hacerte una limpieza dental para evitar padecer dichas afecciones.